HISTORIAS CONTADAS CON DOS DEDOS - JUAN CARLOS BATALLER
Historias contadas con 2 dedos 177 quedó en nuestra provincia como profesor de paleontología en la Uni- versidad Nacional de Cuyo primero y en la de San Juan después. Muchas fueron las cosas que charlamos aquellos días con Sill. Recuerdo que tan asombrado estaba yo por lo mucho que él había vivido que en una de nuestras conversaciones le dije: —Pero… ¿hay algo que no hayas hecho, William? Y la respuesta del paleontólogo quedó como un gran signo de interro- gación en la noche californiana: —Uhhh… hay otras cosas que muy pocos saben y que algún día te contaré. ● ● ● Pasó el tiempo y William peleó como un león para que el Parque lschi- William Sill el día que vino a despedirse.
RkJQdWJsaXNoZXIy NzQxMjQ=